El fútbol es el deporte rey en medio mundo y Perú no es un país ajeno a esta locura de 22 jugadores persiguiendo y pateando un balón. En ese contexto, recientemente vimos la creación de un club diferente, sin necesidad de una gran historia que nos remonte a siglos anteriores. El Real Garcilaso es un club fundado en 2008 en la localidad de Cuzco, considerada como la «capital histórica» del país.
Con casi medio millón de habitantes, estaba claro que la ciudad necesitaba un claro referente en el mundo del fútbol para proyectarse hacia el exterior y dar espectáculo a sus aficionados. No hay que olvidar que se la conoce como «la Roma de América» por la gran cantidad de monumentos que atesora, así que sus habitantes están acostumbrados a proyectos de gran tamaño. Es por eso que el club nació con una gran ambición desde el principio, y eso se vio recompensado con dos subcampeonatos nacionales consecutivos en 2012 y 2013, a las puertas del éxito y con la miel en los labios. Sin embargo, a pesar de la tristeza inicial, esos resultados respaldaban un proyecto incipiente y lleno de ilusión. Y es que para acceder a la primera división peruano ganaron la Copa Perú 2011, y el año siguiente se convierte en subcampeón. Repetirían posición la temporada siguiente y en 2013 fueron la gran sorpresa de la Copa Libertadores, donde consiguieron colarse en cuartos de final. Acabaron cayendo ante el Independiente de Santa Fe, pero fue un orgullo quedar entre los ocho mejores equipos de Sudamérica.
De hecho, fue considerado por la IFFHS el mejor equipo peruano entre 2012 y 2013, hasta llegar a al puesto 103º a nivel mundial. Esta es una de las historias más curiosas y emocionantes del fútbol sudamericano en los últimos tiempo, y ojalá los de Cuzco sigan creciendo y progresando hasta el punto de levantar un trofeo muy pronto.